lunes, 19 de enero de 2009

La vida sigue igual

Mil quinientos muertos sirven de poco para que los discursos cambien.

Mil quinientos muertos no son óbice para que nadie levante la voz contra Israel.
Mil quinientos muertos no son óbice para que Israel se percate de que su actitud se pasea entre el genocidio y la carnicería.
Mil quinientos muertos no son óbice para que Hamás modifique los patronhes de su discurso. Parece que no s pcata de que no está en posición de exigir nada.
Mil quinientos muertos no son óbice para que intentemos solucionar losproblemas por vías pacíficas.

Pd.- Ayer, creo, tuvo lugar en Madrid una concentración protagonizada por aquellos que sí están a favor de la política hebrea en materia palestina, aquellos que piensan que todo lo que no hagan ellos o vaya contra ellos es terrorismo, aqellos que sólo ven el lado judío del problema. Entre esas personas una mujer justificó su presencia allí diciendo que una vez que acabaran los árabes con los judíos, nosotros -¿España, Europa, Occidente?- seríamos los siguientes. Tristes argumentos. Tristes, tristes.

Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo temeroso de cualquier Dios.

5 comentarios:

Bomarzo dijo...

Os dejo con un enlace que muestra una foto durísima de la estrategia que están llevando "los árabes" para volver a conquistar occidente.Se la dedico con todo mi afecto a esa señora.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cadaveres/escombros/Gaza/elpepuint/20090119elpepiint_2/Tes

Nefer dijo...

Y que todos los días tengamos que ver, oir, leer lo mismo... hasta cuando!

Anónimo dijo...

He recibido un correo, un power point, en el que se justifica toda la historia de Israel y se pone verde a los palestinos. Supongo que un sector social, sabiamente movilizado por la fuerza del lobby judío, está intentando dar cobertura al genocidio de Gaza.
No y mil veces no: es un genocidio injustificable, por mucho que se argumente contra los cohetes de Hamas.
Rigoletto

Bomarzo dijo...

Nefer, no podemos acostumbrarnos a ese macabro conteo.
Rigo, no cambiamos.

María Martín Calvo dijo...

Puta guerra... no puedo decir otras palabras....

besos Nazaríes...