Hoy hemos tenido que salir del trabajo rápidamente. El inmueble pegado a nuestra oficina ha sufrido un incendio. El humo y un fortísimo olor a quemado nos alarmó. Al salir pudimos ver a un nutrido equipo de bomberos se afanaba en acabar con el fuego. Alguna ambulancia del SAMUR indicaba que había alguna víctima. La Avenida Reina Victoria se colapsó de forma inmediata.
Tuvimos tiempo para hacer fotos -algunas de las cuales ilustran esta entrada- y también grabar un vídeo.
Me fuí de allí sin saber el alcance del fuego, pero con la sensación un tanto agria de comprobar lo fácil que es perderlo todo, la velocidad a la que se mueve la tragedia.
2 comentarios:
Joder, Bo. Me acongojas. Llevas razón: parece ser facilísimo perderlo todo.
Rigoletto
Rigo, las lagrimillas se me caen de la emoción.... Volviste!!!!!
Publicar un comentario