No quería ser visceral, no quería dar la nota con un no, pero es que no, no me ha gustado. Y al final, el tiempo pasado lo único que ha hecho ha sido confirmar que la historia no me ha enganchando.
Lo siguiente que hice fue hablar con mis suegros. Le di el libro a mi suegra. Ella es de la Alpujarra y pretendí que ella me ayudara a comprender lo que con toda seguridad a mí se me había escapado. “Entre limones” ha sido uno de los libros más vendidos y no podía estar tan equivocado. Pero no. Mi suegra, tan alpujarreña ella, no ha visto su Alpujarra en ese libro. Así que nada. Tampoco pudo ayuda.
Así que no me toca otra que intentar justificar por qué no me ha gustado.
Primero, porque no se puede evitar el tufillo británico de un texto en el que se mira siempre por encima todo aquello que no lleva el marchamo de la pérfida Albión. El mundo se equivoca al conducir por la derecha y poniendo los volantes de los vehículos a la izquierda. Esa idea del ellos se lo pierden, tan británica, rezuma por el texto.
Segundo. No veo el optimismo por ningún sitio. El subtítulo del libro habla de la historia de un optimista. Dónde está ese optimista? A qué llama este hombre optimismo? Al menos lo hace con algo que yo no entiendo como optimismo, sino día a día.
Tercero. Da la sensación de que el libro, que no deja de ser una historia de ingleses contada para ingleses, quizás por ello no la entienda, es el recorte de un diario bien intencionado que un editor listo cortó y pegó oliendo el filón de ventas que finalmente convirtieron ese libro en algo muy conocido. Poco más. A esa teoría mía colabora un final insulso, insípido, intrascendente y que aportó bien poco a una historia cotidiana y poco excitante.
De todas formas quiero dar las gracias a los liblogs y a Toni por haberme acercado a un libro que en circunstancias normales jamás hubiese leído y que ahora puedo criticar, no desde el prejuicio, sino desde el conocimiento.
Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo agrio como un limón
12 comentarios:
Ummmmm... entonces no te ha gustado. Bueno, no pasa nada. Lo bueno de esta experiencia es la lectura en común y el debate. Me parece perfecto.
Un abrazo.
Buen jueves. Yo hice igual que tú, se lo dí a mi suegro para leerlo, amante de la naturaleza alpujarreña. Creo que aún está en ello.
Sin embargo, he de confesar que yo no lo pude acabar. El lenguaje literario que pretende mostrar lo hace del todo irreal y nada sugestivo para el lector.
Al de Yerma sí me apunto, seguro.
Saludos!
Coincidimos. No me ha enganchado. He vivido en La Alpujarra, en la alta, y esa no era mi Alpujarra. Me ha resultado un tanto "annoying" ese sentir británico que, en mi opinión, cae en el tópico de lo español.
Claro
Bomarzo, estoy en parte de acuerdo contigo; este es un libro escrito por un inglés para ingleses, el optimismo brilla por su ausencia y el final es como... ¿yasta? Pero yo creo que la mejor manera de acercarse a este libro es hacerlo sin ninguna pretensión, porque si no te decepciona como veo que ha hecho; no es un libro que vaya a permanecer en la memoria, pero te hace pasar un ratillo, como diría... "superfluo" que a veces también viene bien... uy, como me enrollo, perdón.
Besillos.
Juan Antonio, un saludo.
MJ, Claro, veo que no estoy solo.
Nefer, ya, pero yo no busco en un libro unrato superfluo. Sé que el problema es mío, no del libro.
Bomarzo, deberías, descubrirás que se disfruta también un montón.
Por cierto, no te lo he dicho, pero me ha gustado mucho tu entrada.
Besillos
Bomarzo, cada uno disfruta de una manera distinta. Y hay gustos que superan -afortunadamente- a los disgustos.
Me esperaba que no fuese a gustarte mucho este libro, quizás porque vamos conociéndonos por el día a día.
Yo lo leí y me encantó.
(quizás el próximo liblogs proponga algo de Kafka o Góngora).
Discrepo en lo del optimismo, pero eso ya lo he explicado en mi blog.
Te dire que me identifico con Cristóbal (y con Domingo); aunque soy un pro-irlandés y convencido.
Salublogs. Alfa79
Lo leí cuando la Feria del Libro y no me pareció un mal libro. Puro costumbrismo, un intento de ser Gerald Brenan ochenta alos después y ya está, pero desdde luego no se merece el palo que le estáis pegando.
Ahora no lo he leído poruq no merece la pena rellerlo a los cinco meses.
El problema que tengo con los liblogs es que he leído creo que todos los libros programados. En algún caso no me importa reller, pero en otros... me niego. Nefer me regaña, pero....
Saludos,
Rigoletto
A mi me encantó el libro, pero reconozco que quizá lo leí con ojos de periodista. Me pareció más una crónica, que literariamente no trascenderá, pero que comparte precisamente lo que tú dices: Cómo vive un inglés 'trasplantao' en la Alpujarra. Y creo que en su forma de describir a los personajes autóctonos hay una cierta admiración y respeto. Por supuesto que hay tópicos españoles, pero también ingleses...
Yo reconocí muchas cosas que nos pasan a los urbanitas que queremos disfrutar del campo, y a veces lo hacemos de forma ridícula a los ojos de los que ya estaban allí.
Y sí que me pareció optimista el personaje-autor, hay que serlo para superar esa sensación de que uno no encaja y seguir adelante, y además no vivir en una pura queja.
En fin, que no podia evitar defenderlo...
bess
PD: 'El loro en el limonero' me gustó menos...
Alfa, Rigo, MV (qué alegría verte por aquí)envidio que hayáis sido capaces de ver eso en el libro. Como dije antes, el problema no es del texto sino mío.
Saludos.
Bueno, cada uno hace las lecturas del libro que, vital y emocionalmente, le pillan en el momento. A mí, personalmente, siempre me ha parecido fascinante eso de trasplantar una vida a un entorno distinto. Pienso que si yo me fuera mañana al Malí, escribiría esas cosas que me parecen raras y que ellos dirían que es eurocentrismo.
De todas formas, le veo respetuoso y de las cosas nuestras que se ríe, como antes se ha reído de otras suyas... pues no estorba.
Bomarzo yo estoy en tu línea. Totalmente de acuerdo, de hecho en mi comentario lo escribo. También es cierto lo que dice Nefer, acercarnos sin pretensión a la lectura, al menos sencilla de este diario.
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