martes, 25 de noviembre de 2008

Si te pega no te quiere

Si te pega, no te quiere. No te engañes. Alguien que usa la violencia para imponer sus criterios, para justificar su debilidad, sus miedos, es un ser que no merece la pena. Al primer desprecio, al primer insulto, al primer golpe, vete, huye, lárgate, déjale. Será el inicio de una cadena cuyo extremo sólo conduce a la muerte y no sólo física. Antes hay otra peor. La de estar muerto en vida.


Porque lo primero que hace es matarte psicológicamente. Pierdes la dignidad y dejas de considerarte persona. Rebasada esa frontera todo está justificado, todo puede pasar. Es en ese momento cuando eres despojo, sólo carne, carne herida, carne culpable, carne convencida de que merece el castigo recibido. No dejes que llegue a ese instante, porque ya te habrá vencido.

De todas formas nunca es tarde para empezar de nuevo. Denuncia, huye. Nadie que expresa sus sentimientos a golpes merece que le des la pureza de tu amor. Es más, eso no es amor.

Cierro mis ojos y pienso. Pienso en la cantidad de gente que cada año mata a su pareja. Pienso en la cantidad de veces que escuchamos eso de que es un problema educacional, cultural. Pienso en que cada vez son más jóvenes los que entran en la espiral de la violencia en casa. El otro día, al salir del Metro y cruzar un parque que me conduce a mi casa, una pareja de algo menos de 18 años caminaba en sentido contrario al mío. Él llevaba la cabeza cubierta con una capucha. Ella iba unos pasos por detrás. De repente él se detuvo, la tomó del brazo y la arrastró con un fuerte tirón. Ella no cayó, pero le decía que la dejara en paz. Él buscaba su mano y, estoy convencido de que se la hubiera cortado con tal de haberla tenido entre la suya, exhibiéndola como un trofeo.



Me asustan los roles que veo entre los chavales más jóvenes. Me asusta que ellas tiren por la borda años de lucha con conceptos que vuelven como "mi hombre" o "mi macho". Me asusta que entre los jóvenes se haya instalado un lenguaje violento para dirimir sus quitas.

Recuérdalo. Tenlo claro: si te pega, no te quiere. Está enfermo y si no quiere ser ayudado, créeme, no merece la pena. Se sale. No pierdas las esperanza. Denuncia y no dejes que te humillen. Vales demasiado. Mucho más que él. Mucho más de lo que él te ha convencido que vales.

Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo contra el terrorismo doméstico

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que si alguna mujer maltratada lee tu post, se atreva a denunciar e huir. Tus palabras seguro que le ayudarán mucho a hacerlo. Gracias.

Claro

Anónimo dijo...

Es curioso y preocupante que muchos jóvenes, nacidos y educados en la libertad y en la democracia, se olviden de la libertad en las relaciones personales, de amistad y de amor

Anónimo dijo...

excelente bormazo, tú siempre genial

Anónimo dijo...

Muy bien, colega.
Rigoletto

Gonsaulo Magno dijo...

Hay cosas en las que estamos de acuerdo.

Anónimo dijo...

!Defendamos la vida!
Estupendo título, mejor contenido.
Saludos, al Sur.

Unknown dijo...

Qué bueno... Bo

Bomarzo dijo...

Gracias.
Gonsaulo, te guiño.

Nefer dijo...

Bomarzo, vaya fuerza que tiran tus palabras. Grito contigo, basta ya de violencia machista!! Basta ya de vivir con miedo!! como canta Coldplay, Viva la vida!!

Besillos

Anónimo dijo...

No es necesario pegar para dejar de querer.
La peor violencia es el desprecio, es el ninguneo a la mujer (y por ende, a cualquiera).

Esos "machos" tan altivos y tan repugnantes, que sólo saben tratar a las mujeres como "hembras".

".... JURO y prometo... hasta que la METO".
" Y una vez metido, me olvido de lo PROMETIDO".

Estos individuos, sí que son auténticos violentos y maltratadores machistas.

Toni Sagrel.

Anónimo dijo...

Tercero, no solo se olvidan los jóvenes de la libertad en las relaciones personales, sino que también hacen caso omiso a la información, pasa igual que en el tema de la droga mucha información pero poco uso de ella. Se le da la información para detectar si la pareja es proclive a la agresividad y al maltrato, y hay quién dice ¡no!, él es muy bueno conmigo, él no haría eso, hasta que lo hace.

Fuerza y valentía que son pocos y cobardes.

Saludos para todos y besos para todas.
Siempre plumbio