miércoles, 3 de diciembre de 2008

Cuaversos de Bitácora V. Qué bien huele tu voz.

Quinto capítulo de los Cuaversos. Espero que os guste.

Qué bien huele tu voz.
Huele a distancia y teléfono,
huele a pecado, a prohibido,
a canción de Brel, de Cortés.
Tu voz me huele a niebla,
a rompeolas,
a vereda solitaria.
Tu voz hoy me ha olido a abrazo
sin prejuicios,
a mirada desde esquinas opuestas,
a paseo por carrera del Darro,
a frío en Plaza Nueva,
adoquines por San Jerónimo.
Hoy, al escuchar la metálica voz
gemida por el teléfono que nos une
cada día un instante,
he sentido que tu voz me olía a nardos de otoño,
a castañas pilongas en invierno,
a un hola en la estación,
a un adiós a pie de carretera.
Qué bien huele tu voz
cuando atraviesa mis contaminados oídos
urbanos
y decide construir frases perfectas,
urbanizaciones de verbos y sintagmas y diptongos,
perífrasis esenciales de un metal cándido,
como de nana,
compañera de mis pasos entre claxon y músicas,
entre estaciones y paradas.
Qué bien huele tu voz
cuando pronuncia mi nombre.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Guau. Muy hermosa, Hermano, muy hermosa.

Anónimo dijo...

Es difícil escribir un comentario que pueda estar medianamente a la altura de este poema. Enhorabuena.

Claro

Anónimo dijo...

Qué bien sientan dos minutos de tus versos.

Vélez.

Unknown dijo...

Una voz que huele a amor. ¿Acaso puede haber algo mejor?

Unknown dijo...

Y sin haberlo pensado...

Anónimo dijo...

¡ Qué gran olor desprende esa voz !

Si esa voz es tan real como la impresión de estos versos, no puedo por más que felicitar a la musa de tu inspiración.

Saludos a todos y a ella: a su bella voz.
Alfa79

Bomarzo dijo...

Fantasía, Alfa. Pura fantasía.

Anónimo dijo...

Me quito el sombrero ante tus versos hoy, huelen a nostalgia pura.
Saludos, desde tu Sur, el que amas.

Bomarzo dijo...

Gracias, MJ.

Anónimo dijo...

Y es que a veces oir la voz de alguien es una cura para el alma.

Precioso Bomarzo, realmente precioso. Un regalo para la vista y el "oído".

Besillos.

(Perdón por el retraso)

Anónimo dijo...

voces con olor a castañas pilongas, esas que hace tanto que ni siquiera veo, si huelo ni saboreo, esas que me recuerdan a mi abuela y sus historias que paseaban entre adoquines y fríos.
Tuvoz es la que hoy me ha traído a mí otros recuerdos casi enterrados.
Buen fin de semana.