martes, 20 de octubre de 2009

Cuaversos de Bitácora (VII). Cuento para Miriam (II)

Espero que sepais disculpar que hoy, en lugar de un poema, haya escogido para esta edición de los Cuaversos, un cuento escrto para Miriam, mi hija que acaba de cumplir 4 años. No es un gran texto y el final no está rematado. Pero no aspiro a ser un gran escritor, sino a que mi hija, si algún día lee esto, esboce una sonrisa y decida, si acaso, darme un beso y preguntarme, como ha hecho hoy, que de qué se puede alimentar el sol, con la única intención de que yo vuelva a contarle esta historia... Como ha sucedido esta mañana.
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Aún era de noche cuando el padre y su pequeña hija salieron a la calle. Ella, siempre curiosa, miraba al cielo y a la vez preguntó: Papá, ¿porqué es de noche todavía?

El padre tardó unos segundos en responder y le dijo que con el frío, el sol se volvía más perezoso y le costaba mucho trabajo salir. No quería resfriarse y por eso se quedaba escondido y dormía bajo la manta calentita de las nubes.

Entonces ella, inquieta por el estado de salud de un sol temeroso del invierno y los resfriados, volvió a preguntar: Papá, ¿y qué come el sol?

Fácil, le dijo, el sol come rabos grises de nube. es su almuerzo favorito en los amaneceres del otoño.

Y la pequeña se quedó mucho más tranquila a conocer que un sol que ya comenzaba salir de su cama, recibía tan suculento alimento, cada mañana.

4 comentarios:

Mar Kiddo dijo...

Superlindo. ^^

Anónimo dijo...

Especialízate en literatura infantil.
Rigoletto

Bomarzo dijo...

Gracias Mar.
Rigo, para eso hay que saber, compae...

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

No hiciste cuaversos pero el cuento es pura poesía. Seguro que ya se lo leíste a tu hija. La iniciación a la lectura es primordial a temprana edad.

Si no saben leer, qué mejor que un padre o una madre a su lado leyéndoles mil y una aventuras.

Buenísimo.