La vida y la muerte

Anoche, Hospital Central, la serie de Tele 5, hizo que me fuera a la cama comiéndome la cabeza. Una de las protagonistas sabe que se va a morir y no le lo dice a nadie. Sólo lo saben ella, obvio, su médico, algo más obvio todavía, y su mejor amiga, quizás no tan obvio.

Durante la emisión del capítulo me sentí atrapado por esa historia. No quería ver nada más de esa serie. Quería que toda la historia se centrase en Lola, en sus reacciones. Sencillamente porque por un momento, algo más de una hora, me sentí como Lola. Al menos quise sentirme como ella.

Cómo reaccionaría ante una situación así. Hay gente que le da mucha importancia al hecho biológico de morirse. Yo soy una de esas personas. No me quiero morir. Me da mucho miedo la muerte. Y no porque tema que mi alma se puede marchar a un lugar desconocido. Soy de los que cree que para el vivo hay un bollo, pero que al muerto le espera un profundo hoyo o un caluroso horno crematorio, que espero sea mi caso. La otra vida y demás historias se me escapan. Nadie ha vuelto para contarlo, salvo la niña de Poltergheist (o como diablos se escriba).

Cuando era pequeño no me gustaba ponerme la mano en el pecho porque al sentir el corazón latir temía que dejara de hacerlo. Sigo sin hacerlo. Hoy tengo muchos motivos para no morirme. Mi hija, mi mujer, mi familia... un rosario de personas especiales aferradas a la cruz de mi vida. Pero si me tocara morir y saber la fecha en la que caduco, de verdad que no sé lo que haría. Desde la teoría intentaría hacer cosas, saborear, disfrutar, hacer que todos a mi alrededor no dejaran de sonreír para dejar un buen recuerdo... Pero tengo la sensación de que eso ya lo hago.

Si supiera que me muero creo que haría todo lo posible para no hacerlo.

Y tú?

Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo un poco triste.