miércoles, 20 de agosto de 2008

Carpe diem

El día es de esos que te deja un amargor en la boca que no se quita con facilidad. Las imágenes de las decenas de ambulancias campo a través dirigiéndose hacia una columna de humo en la que se quemaban los cuerpos de más de 150 personas, permanecerán en nuestro imaginario colectivo para siempre. 150 personas. 150 familias destrozadas por una azar inmisericorde que ha decidido poner punto y final a sus trayectorias vitales.

Antes, por la mañana, un joven de 20 años perdía la vida a caer desde una altura de 10 metros en Albolote. Trabajaba -era su primer día- en la instalación eléctrica de unas placas solares sin arnés, sin protección, sin tener que estar allí. Está claro que hoy, el azar, ha tenido tiempo libre.

Hoy era muy difícil contar cosas en un informativo. Hoy era un día muy duro para ser periodista. Qué decir. Qué contar cuando todos estábamos en Barajas, abrazando a las familias destrozadas.
Al terminar mi trabajo, he salido para casa. Quería ver a mi hija. Ella no tenía entre sus planes estar con su padre. Al menos le he dado un beso.
Como dice Gonsaulo en su blog, es lo único que nos queda, el recurso de vivir la vida a tope. Sin mañana, con un ayer muerto. Lo único que importa es hoy. La vida empieza y acaba en este día. Sepamos aprovecharlo. Sepamos vivirla.
Un saludo solidario con las víctimas y sus familias desde mi jardín.

Bomarzo destrozado.

No olvidéis dar a AMPLIAR LA ENTRADA.
PD.- Acaba de salir publicada la lista de pasajeros del vuelo maldito. Iban familias enteras en el aparato.

5 comentarios:

María Martín Calvo dijo...

Hay personas que tienen por las palabras Carpe Diemp un trillado discurso para hacer lo que nos salga de las narices... está claro que esa gente tiene demasiados prejuicios para poder ver más allá. Triste estoy... como toda España, o como granadina... o simplemente como humana de piel y hueso. Y como dices en tu post y, déjame desnudarme un poco aquí, es así cómo vivo yo, el ayer está muerto y el mañana no ha llegado, así que es el hoy mi máxima preocupación. Pero, es una putada, sobre todo para esas familias, o esa madre que hoy está llorando junto a su hijo muerto, de tan sólo 20 años. Yo también veo a mis hijos, les beso por las noches... les veo dormir, tranquilos, en su cama, sin ningun tipo de preocupación... eso es lo que me hace tirar pa lante, cojer un poco de aire y expulsaro con gran energía.... día nuevo, vida nueva, y vivir... sobre todo eso, jardinero, vivir...

Nanuk dijo...

Ayer por la noche no podía dormir y me bajé al sofá. Cuando llevaba allí aproximadamente dos minutos subí a la cama: no quería que mi madre se despertara y al pasar por mi habitación pensara que no había llegado todavía. Imagínese, pues, cómo me hubiera sentido si alguien de mi familia hubiese ido en ese avión. En esos aviones en los que no me subo, haciendo uso del barco, por miedo.
La vida es bella, dicen. Y yo lo creo así, pero desde luego hay que vivir cada día como si fuera el primero y el último. Así, cuando mueras, al menos, habrás vivido.
Lo siento.
Por cierto, te quedan dos.

Jesús Lens dijo...

Acontecimientos como éste te generan un impacto, un shock, que te dejan helado. Porque es cuando vemos, de verdad, que no somos nada, pero que tenemos una inmensa suerte de ser... No sé. Hay días que dan ganas de echar el telón.

Javier Callejón dijo...

Hay días Jesús que todos desearíamos poder borrar del imaginario colectivo, pero que por más que quisieramos permanecen ahí recordandonos quizás, como señala Bomarzo, que debemos darlo todo por quienes nos rodean en el presente, porque el mañana solo quizás llegará.

Un abrazo desde mi retiro estival.

Gonsaulo Magno dijo...

Qué decir aparte de lo ya expresado. La vida es una ruleta rusa y nunca sabremos cuando se nos antojará el fin.
Nos queda pues alegrarnos de estar vivos