Debilidad, la mía, la que se ruboriza al girar esa esquina,
la misma que giras con esa debilidad
tatuada a fuego hiriente, con lazos de plata, en los dedos de tus huesos.
Cruz a la que me abrazo hasta ser el mismo leño,
tan desasistido que un solo beso me basta
para gritar tu nombre tantas veces ahogado en el oscuro cajón de lo oculto.
Debilidad, la mía, la que se viste con sus mejores susurros para dejarlos dormir
en tus oídos.
Mis bolsillos secuestraron parte de una sonrisa efímera
y ahora la acaricio entre mis manos, pequeñas, de niña,
tan desnudas como la debilidad que preside el instante en que te nombro.
Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo
Brazilian Psycho: el noir brasileiro también existe
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Me gusta especialmente un párrafo de ‘Brazilian Psycho’, cuando el autor de
la novela habla de dos chavales que ingresaron juntos en el cuerpo de
policía...
Hace 2 días
8 comentarios:
Haces suspirar...
Salud y Saludos, compañero.
Un poema que dice mucho, que explica mucho, que trasmite mucho. Gracias por tus osadías
raudales, hermano.
Me alegro de que os guste.
Un saludo a los tres.
Bomarzo
Mi debilidad es entrar aquí y encontrarme con estas palabras que como dice eltercero, tanto transmiten. Precioso, como todo lo que escribes. Gracias por regalarnos estas osadías.
Saludos.
Nefer
Oye... explícame por favor cómo sale el primer párrafo de tus enlaces blogueros.
Gracias...
Es una de las opciones que te aparecen cuando colocas los enlaces.
Bomarzo.
Pero qué bonito!!! Te ha quedado muy bien la cabecera del blog. Enhorabuena.
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