Todos hemos tragado saliva cuando hemos visto que en Austria ha vuelto a subir -y de qué manera- la ultraderecha, algo que en Italia pasó mucho antes, pero que al estar encarnada por Berlusconi, como que nos hace más gracia. Pues maldita la que me hace a mí comprobar cómo ese tipo, de aspecto tan desagradable, machista redomado y caradura recalcitrante, pretende hacer de Italia un feudo radical de derechas. Ejemplos, como las meigas, haylos.
Este fin de semana leía en El País que la violencia racista y los ataques xenófobos protagonizados por grupos ultras se han multiplicado en todo el Estado. Se podría decir que quien siembra vientos recoge tempestades. Pero con el empleo de ese aforismo no se hace justicia con lo que puede estar pasando o puede llegar a pasar en realidad. Y no sólo en Italia, sino en el resto del continente, tan propenso a culpar a los que llegan de fuera de los problemas que él mismo ocasiona y crea o, lo que es peor, no puede o no quiere impedir.
La Unió Europea debe tener los ojos bien abiertos y no tolerar ningún exceso racista de ninguno de los gobiernos europeos, mucho menos si es socio de la Unión. Declaraciones trasalpinas como las que acusan a España de ser permisiva con la inmigración, no sólo ocultan la realidad, sino que buscan enfrentamientos que sirvan de cortina de humo que desvíen la atención y oculten que en Italia ser extranjero y pobre es una credencial que permite agesiones, insultos o, incluso, posibles deportaciones o negación dederechos que no se veían desde los años 40. Olvidamos que un inmigrante es, sobre todo un ser humano con problemas, que no ha salido de su país para hacer turismo y que sólo busca la oportunidad que se le niega en su casa.
Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo pestiñazo del lunes.
7 comentarios:
¿Pero y Austria? ¿Qué me dices de Austria? Esperemos que no sea verdad lo de la historia se repite.
La realidad es que Europa está haciendo aguas por todas partes.
Claro
Con Italia, siempre la misma cantinela...
Pues a mí, personalmente no me gusta ni un pelo.
A mí de Italia ya no me dan miedo los grupos ultras, sino en lo que se está convirtiendo su gente, la alienación del pueblo...
Muy fuerte que escuden el racismo generalizado y la crisis entre otras cosas, con el estreno nacional de un programa líder de audiencia sobre la lectura de la biblia por personajes famosos, encabezados como no, por el pastor alemán, su santidad...
Así andamos...
Salud y Cariño
Vane
Sielito, buen paralelismo... La situación es preocupante.
Eso no está pasando ya por aquí...?
NO sé Clarence, pero es posible que quede menos de lo que pensamos.
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