Los que me conocéis sabéis de mi propensión a la mezcla, al mestizaje, a la contaminación carnal, lingüística, mental. La música ha sido el mejor campo de pruebas para llevar a cabo esas experiencias. Independientemente de que nos guste más o menos, hay que valorar el esfuerzo de universalizar un idioma único para una sola raza.
Tras el rollo metido, os cuento que la canción de hoy no es otra que una Soulería de Pitingo: Killing me softly.
Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo
Lo que oculta la noche en Granada
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Tremenda, May R. Ayamonte. Tremenda escritora y tremenda comunicadora. Y
tremenda su constancia al teclado, que lleva publicando al menos un libro
por año ...
Hace 2 días
1 comentario:
Quizá esto debería haber aparecido el 2 de noviembre y no de octubre?
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