martes, 14 de octubre de 2008

Un poema que te espera

Comienzo esta jornada con una de esas osadías que, a pesar del pudor, disfruto al compartir aquí con vosotros.

Cántame al oído
la verdad de tu mirada,
refugiada en la timidez esquiva
de un deseo impronunciable.

Se la saliva de tu verbo en el mío
o la mano tatuada en mi espalda
a un frío fuego de palabras,
de reporches aparcados en doble fila.

Disfrázate de mi reflejo
en el espejo ajado por el tiempo aquel
en que nunca supimos si mirarnos
o dejar que el viento moldeara nuestra ausencia.

Cubre con tus manos
una diáspora de besos,
de esos, robustos como un lunes,
exiliados por pensar en liberarte
una noche cualquiera de sábado.

Hoy, cuando mi mano tiene tanto de ti,
cuando este verso aparece
con el mismo color de tus ojos al dormir,
hoy, te digo, humilde y humillado,
mi deuda de voz contigo
es un poema inacabado
que sencillamente te espera.

Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo Osado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Firma sencillamente como Bomarzo Poeta. Lo eres

Anónimo dijo...

Es una maravilla. Qué suerte tenemos de poder leerlo. Gracias.

Claro

Anónimo dijo...

Qué bonito Bomarzo.

SieLitO BiChO MaLo dijo...

P - O - E - T - A

¡muac!

Vane