A veces me gusta saber qué piensa el "enemigo". Es un ejercicio muy saludable que me permite reforzar buena parte de los elementos de mi discurso y, cómo no, sacar punta a otros menos consistentes y que lógiamente no son verdades absolutas. En cualquier caso, la búsqueda de esos pensamientos no los puedo encontrar en el PP, demasiado liado en sus cuitas internas, nunca bien resueltas y que pasan por Gürtel, Gallardón, Valencia, Cobo, la Marquesa y un personaje homófobo al que se le remueve la laca tras ell ridículo espantoso cometido en versión 2.0 y al que todavía no se le ha ocurrido pedir perdón por sus patochadas en Red.
Pues bien, ya que del PP no saco nada en claro, acudo a sus corifeos que facilitan bastante las cosas. Suelo aterrizar en Intereconomía, la cuál quiere ocupar un nicho -nunca mejor dicho- en el ala más radical de la derecha patria. Por la tarde emitían un programa llamado "La Tertulia" que permite, como en el blog de "Príncipe del Flequillo", mensajes de los indignados españolles de bien, preocupados por el devenir de la sacrosanta España en manos de los incultos hombres y mujeres de izquierda.
Pues aún no salgo de mi asombro cuando alguno de los tertulianos, cuyo nombre no pretendo recordar, decía que un paro de más de 4 millones no ha provocado una Revolución, algo a lo que animaba, por culpa de las políticas sociales, que actúan con un efecto narcótico. Toma del frasco, Carrasco. El Estado del bienestar adormece a la ciudadanía, por lo que, he de imaginar, hemos de acabar con las prestaciones sociales, si queremos una sociedad despierta. Ya se sabe que el hambre agudiza el ingenio.
Dicho ese comentario, el sms en pantalla no tardó en llegar: En España hay tanto fraude fiscal porque no se quiere pagar a tanto vago. Ya sabeís. En España hay 4 millones de vagos que han deseado, así, por las buenas, dejar de trabajar para que Zapatero hunda al país. Y digo, con esta derecha, ¿quién necesita circos?
Cine clásico de gángsteres
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He aprovechado estos días para volver a disfrutar de dos clásicos del cine
de gángsteres que, además de imperecederos, fueron fundacionales en el
género....
Hace 1 día
8 comentarios:
Ni payasos...
Carpe Diem
Con todo el respeto del mundo a los payasos, que no merecen tal comparación, jejeje.
Este gentecilla vive en una contradicción permanente.. ¡ni contigo ni sin ti!
Juan, es lo que tiene carecer de discurso social.
Tengo un amigo que cada mañana oía la COPE para sacar la "mala leche vital" necesaria para aguantar el día. Veo que vas por el mismo camino.
Un abrazo,
Rigoletto
Unos carecen de discurso social, otros se creen su propio discurso.
Mangüel y los que se lo creen y lo llevan a cabo.
Entiendo que lo normal de la derecha es no dar ayudas a los sectores decadentes. Se hace bajo la lógica de mover la mano de obra a los sectores que son autosostenibles, por ejemplo, cuando se ve que el carbón deja de ser una solución viable para generar energía se puede dar ayudas a esos sectores para que no protesten y se queden en casa o se puede fomentar la energía solar reduciendo los impuestos a las empresas que inviertan en el sector. .
Entiendo que dependiendo el momento el contexto y lo próximas que estén las elecciones, se toma una decisión u otra.
No obstante, me ha gustado el articulo. Muchas gracias por crear un espacio así.
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