I.- En Madrid no huele a sal
En Madrid no huele a sal
ni se oye el eco marino del viento.
No hay ni levante ni poniente.
Aquí el viento esquiva torres inciertas
y la luz se viste de un gris contaminado.
En Madrid, el sol no quema.
Dejó de hacerlo cuando lo encerraron
tras su cárcel de sombras de cristal,
mudas a pesar del ruído,
calladas a sabiendas de todas las palabras
que adornan sus fachadas frágiles,
como la espuma de las olas
que en Madrid rompen en Metro,
sobre la orilla de un semáforo,
en el espigón magnífico de un atasco.
II.- La voz a ti debida
La poesía es un arma cargada de futuro (Celaya)
Desdeño las romanzas de los tenores huecos (A. Machado)
Hoy mi poesía no puede ser tuya,
ni tuya, ni de nadie, salvo de todos.
Hoy no es mía la poesía que canto
sino que es el rezo de los que quieren decir algo.
De aquellos que no pueden
al estar sepultados en las cunetas de la historia.
De aquellos que no saben,
pero saben que vivir no es condena.
Hoy mi poesía no es palabra, no sólo ella,
sino voz, sino grito, sino puño,
y con ellos, los de todos que quieran decir algo.
Hoy mi poesía no es poesía, ni canto,
y los versos dejaron atrás las palabras.
Hoy el verso es tu cuerpo
y mi texto tu garganta
y mi mi mano tu ausencia.
Son mil gritos los que guarda este poema,
de las gentes a las que sus gritos ahogaron,
de todos los que germinan hoy sus penas.
De todos, de todos cuantos faltan.
III.- Te echo de menos
La cama guarda aún
la silueta que dibuja tu cuerpo
cada noche.
Entre el tictac del reloj
y los coches que no dejan de pasar
tu respiración se sigue abriendo paso.
¡Qué curioso! Como si estuvieras.
Mis manos se cubren de polvo
y mis párpados han de dar descanso
a los ojos que te buscan
en el lado de tu cama
sin encontrar más que frío
y una lejana ausencia
entre las floresde las sábanas.
Hilo a hilo se queda tu memoria
junto a la mirada
que intenta reconstruirte
a través de las esporas de piel,
blanca, pétrea, suave,
que al respirar te hacen el amor
en mi recuerdo, en mi añoranza.
Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo, el osado.
16 comentarios:
Octubre me sabe a otoño, me huele a melancolía y me suena a principio del fin...
Bomarzo, se nota que los aires madrileños te sientan de maravilla... muy bonito lo que escribes y como lo escribes.
Saludos
Me gusta este Bomarzo osado...
Salud y Cariño
Vane
Calla, calla, amigo Bomarzo. Que paso el otro día por una tienda de 'Todo a cien' de chinos y vi que ya estaban vendiendo todos los adornos para la navidad. Un 29 de septiembre, ¿quién no piensa en el arbolito y Papá Noel? Estamos locos 'perdíos', te lo digo yo.
Un abrazo y espero que todo te siga marchando bien por la capital del reino.
No es Bomarzo osado... es Bomarzo sin más, con la valentía que le caracteriza.
Gracias, familia. Por cierto, que el segundo poema lo publiqué incompleto. Ya está listo para su degustación. Las prisas que son muy malas.
No me hables de Soledad, compadre, que estoy armando un especial dedicado a la misma... Hermosas palabras. Tiempo bien aprovechado.
Se ve que Madrid tambien te inspira bien. Eres un escritor que le da a todos los palos, y bien
Bueno, ya que vas de taurino: magnífica faena, maestro.
Y aunque no sea lugar ni momento: tu propuesta de ayer (privada) no es una locura: es un mihura que tienta a cualquier torero.
Rigoletto
Bueno, ya que vas de taurino: magnífica faena, maestro.
Y aunque no sea lugar ni momento: tu propuesta de ayer (privada) no es una locura: es un mihura que tienta a cualquier torero.
Rigoletto
Loco, pasé hoy por la peluquería. Ya tengo el libro. ¿Me parece a mí, o tu papá es más joven que tú?
Abrazo.
Bueno, bueno, no sólo El Corte Inglés. Ayer leí en la prensa que el ayuntamiento de Madrid ya había empezado a montar los tendidos para las luces de Navidad. Y eso en el mes de septiembre!!!!!
Por favor, recopila tus poemas en un libro. ¿Lo harás?
Eres la reencarnación de uno de los más grandes: Miguel Hernández.
El segundo poema me ha recordado a él. Sigues su voz.
Los otros dos, geniales. El tercero, todo un Salinas :-).
Claro
Es la suavidad la que acaricia las palmas de la mano cuando mi alcoba vacía llama a la puerta del vecino...
Jardinero... poeta en Madrid...
Son muy buenas las coplas. Y lo mejor es que escribes sin complejos. Ya que nos metes proyectos en la cabeza te vamos a obligar algún día a uno que parta de nosotros, así que ve recopilando.
Claro, gracias, pero se nota que hay aprecio.
Gu., ni se te ocurra.
Lía, eso es bonito.
Bo, cuánto tiempo.
Dos fueron a volar, y sobre el dulce cielo azul;
Y tres, tres llegaron al brillante y confortante nido.
Todos picoteaban con esos , brillantes ojos de estío,
más el "equinocctubre", nos traía un poquito de amor y, algo más de lumbre y albedrío.
Alfa79
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