He querido tomarme mi tiempo. Reconozco que me ha sorprendido tan pronto, pero no la dimisión. Era cuestión de tiempo, pero creía que iba a suceder después del 1 de marzo. No ha sido así. Bermejo se ha ido y con él se van varias cosas...
En primer lugar se marcha una tormenta en el seno del PSOE. Sin duda, sin ser extremadamente grave, lo que ha rodeado al ya ex ministro en las últimas semanas hubiera sido tan fácil de evitar que nada más que por eso debió decir adiós antes. Ya se sabe aquéllo de la mujer del César. Bermejo, lejos de serlo no se molestó tampoco en parecerlo. El año tiene 365 días y seguro que se podría haber escogido otro menos oportuno para salir con Garzón de caza. Soberana torpeza que no le ha dejado más opción que la que ha tomado o le han hecho tomar, que diría una amiga.
En segundo lugar, Bermejo y ZP se llevan el discurso del PP, basado en los últimos tiempos en el pin pan pum al anterior titular de Justicia. Rajoy, de los Rajoy de toda la vida, podrá ahora arrogarse el mérito de la dimisión si quiere, como también de tener un primo que niega el cambio climático. Pero más allá de eso, se acabó. Muerto el perro se acabó la rabia. Ahora toca decir algo nuevo, por ejemplo qué va a hacer su partido con los implicados en la red que toca a su formación algo más que tangencialmente. Porque, y ahí viene la tercera cuestión que deja sobre la mesa Bermejo con su salida, el ministro dimite sin haber cometido delito alguno, mientras otros se afanan en ralentizar comisiones de investigación, amenazar al partido con tirar de la manta, lanzar botes de humo, mantenerse como diputados para buscar aforamientos y demás tácticas dilatorias que, sin duda, marcan una soberana distancia entre el actuar de unos y el de otros.
Por cierto, y para finalizar, ya que tanto le gusta a Rajoy hablar de legitimidades y deslegitimidades, no habrá otro en su partido para hablar de eso mismo, es decir, de legitimación, que Federico Trillo Figueroa, hombre que, como es sabido ha sabido aceptar las responsabilidades políticas de aquella chapuza del Yak-42. Y es que Rajoy hace tiempo que perdió su norte difuminado en el aire como hilillos de plastilina.
Un saludo desde mi jardín.
Bomarzo.
7 comentarios:
A mí también me ha sorprendido la noticia. Un suceso curioso de la política esto que pasa: Garzón con crisis de ansiedad, Bermejo dimisión, Rajoy de mal en peor, Penélope oscarizada... A mí me tienen loca estos días.
Me parece muy acertado tu artículo-post o post-artículo.
Carnaval Carnaval
Carol, muchas gracias. Te recominedo a ti y al resto de las bitácoras la entrada de David Martos, excelente como siempre: http://testigoparalaacusacion.blogspot.com/2009/02/la-hoja-caduca.html
Bueno, no voy a decir que me sorprenda, lo que me sorprende es que haya tardado tanto en hacerlo y la excusa que ha puesto.. y en estas? ZP donde se mete? xq cuaando hay crisis en su partido él hace mutis por el foro? impresentable.
Besillos.
juanjo, no se pueden mezclar las cosas, que depués todo se confunde. una cosa es ser sociata, ocupar un puesto, equivocarte, meter la pata y entonces a la hoguera y otra ser de derechas, gestionar mal las cosas, meter la mano en el cajón para ti o para tus primos y, esto, no es malo, para eso ellos son los herederos directos de dios y del caudillo. en fin es reiterativo, no vale la pena insistir pero dejo este pequeño desahogo porque los tiempos no son nada buenos. un abrazo amigo
Querida Néfer, lo primero, la crisis no es en su partido, sino en el gobierno y creo que ZP no es de los que se esconde. De hecho el miércoles pasado estuvo dando la cara por el ministro en su comparecencia.
Antonio, salvo el PP aquí nadie ha mezclado nada. No cre que el PP haya ganado nada. El objetivo que se habían marcado era muy sencillo.
Bo, hay personas y personas... uno "se va" con el rabo entre las piernas y el otro... ayssss... mejor me guardo mis palabras mal sonantes para mi...
Besos Nazaríes...
Bermejo deja su cargo tras gastarse una milloná en su pisito de ministro y la justicia en huelga. Que gran ministro.
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