En la edición XXIII de los Cuaversos permitidme que fantasee un poco...
Sobre mi cama
te olvidaste
una madeja de cabellos,
parte de tu perfume
y un puñado de silencios
prendidos en la punta de tus labios.
Los dejaste ahí,
sobre esas sábanas
que nunca serán las mismas,
acunando mis sueños,
declinando mi nombre
que bien podría ser el tuyo.
Tus suspiros
se hicieron nana de aire
y en tu boca quedé colgado.
Así dormir fue sencillo
y despertar una temeridad.
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Hace 14 horas
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15 comentarios:
Lo que te decía hace una semana: estás aprendiendo y asoman rasgos de buen poeta. Sólo tienes que tirar p'alante.
Abrazos desde Granada.
Rigoletto
"un puñado de silencios prendidos en la punta de tus labios" es francamente genial.
Claro
Rigo, deja, deja. Pa´lante a dónde?
Claro, me sonrojas. De verdad. Tampooc es este de los que más me gusta. Me suena a repetido.
Bomarzo, esto es lo que yo llamo "regalitos"... mu bonico.
Besillos.
Bonitas, preciosas y sugerentes fantasías
No te preocupes: llámala y que vuelva a recoger lo que dejó olvidado.
Despertar ya no será una temeridad sino el principio de un reencuentro.
¡Bien, bien!
Lo pensaré la próxima vez que imagine, Gregorio...
Imposible dormir cuando esos sueños se convierten, en restos de realidad.
SaLiRe. Toni Sagrel.
Me doy cuenta de que no has leído uno de los relatos que más me gustan:
http://blogs.ideal.es/rigolettobloguero/2009/4/13/muselinas
Preciosas imágenes. Despierta y vuelve a soñar el próximo miércoles.
Saludos, de regreso al Sur!
Fantasía o realidad, me ha encantado. ¡enhorabuena!
Es un poema muy sugerente...pero denota melancolía.
El final es triste, pero...¿quién sabe? quizá algún día despertar no sea una temeridad.
Bss!
Maga, Bienvenida.
MJ, gracias.
Amelie, quizá.
Es precioso, como todo lo que estás escribiendo últimamente.
Gracias de corazón.
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