Quinto capítulo de los Cuaversos. Espero que os guste.
Qué bien huele tu voz.
Huele a distancia y teléfono,
huele a pecado, a prohibido,
a canción de Brel, de Cortés.
Tu voz me huele a niebla,
a rompeolas,
a vereda solitaria.
Tu voz hoy me ha olido a abrazo
sin prejuicios,
a mirada desde esquinas opuestas,
a paseo por carrera del Darro,
a frío en Plaza Nueva,
adoquines por San Jerónimo.
Hoy, al escuchar la metálica voz
gemida por el teléfono que nos une
cada día un instante,
he sentido que tu voz me olía a nardos de otoño,
a castañas pilongas en invierno,
a un hola en la estación,
a un adiós a pie de carretera.
Qué bien huele tu voz
cuando atraviesa mis contaminados oídos
urbanos
y decide construir frases perfectas,
urbanizaciones de verbos y sintagmas y diptongos,
perífrasis esenciales de un metal cándido,
como de nana,
compañera de mis pasos entre claxon y músicas,
entre estaciones y paradas.
Qué bien huele tu voz
cuando pronuncia mi nombre.
Tratamiento para el cáncer con Lorelin
-
El cáncer es una de las principales preocupaciones de salud a nivel
mundial, y su tratamiento ha evolucionado significativamente en las últimas
décadas. ...
Hace 13 horas
11 comentarios:
Guau. Muy hermosa, Hermano, muy hermosa.
Es difícil escribir un comentario que pueda estar medianamente a la altura de este poema. Enhorabuena.
Claro
Qué bien sientan dos minutos de tus versos.
Vélez.
Una voz que huele a amor. ¿Acaso puede haber algo mejor?
Y sin haberlo pensado...
¡ Qué gran olor desprende esa voz !
Si esa voz es tan real como la impresión de estos versos, no puedo por más que felicitar a la musa de tu inspiración.
Saludos a todos y a ella: a su bella voz.
Alfa79
Fantasía, Alfa. Pura fantasía.
Me quito el sombrero ante tus versos hoy, huelen a nostalgia pura.
Saludos, desde tu Sur, el que amas.
Gracias, MJ.
Y es que a veces oir la voz de alguien es una cura para el alma.
Precioso Bomarzo, realmente precioso. Un regalo para la vista y el "oído".
Besillos.
(Perdón por el retraso)
voces con olor a castañas pilongas, esas que hace tanto que ni siquiera veo, si huelo ni saboreo, esas que me recuerdan a mi abuela y sus historias que paseaban entre adoquines y fríos.
Tuvoz es la que hoy me ha traído a mí otros recuerdos casi enterrados.
Buen fin de semana.
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