Estamos a punto de llegar a las XXX ediciones de los Cuaversos. En dos semanas. Quién lo iba a decir, verdad? Pero no dejemos que el futuro nos impida disfrutar del presente. Hoy os dejo un poema que habla de estaciones y de trenes...
En la puerta cerrada de tus labios sellados
limpio las botas de mi corazón.
Traen barro de las lágrimas derramadas
en aquella estación blanca
donde un reloj marcaba las dos menos diez.
El tren quizás se hubiera ido ya
llevándose tu sombra, tu voz y los besos
aquellos que no me atreví a dar pensando
que sonaran a despedida.
Tus párpados se cierran
tras un cristal velado
por el vaho de tus ojos.
Son como bancos en los que esperar
lo que no cabe esperar.
Los vagones, crujen como olas,
al salir de la estación.
En el reloj se ha quedado dormida la hora,
fotografiada en el instante preciso.
Y con ella el deseo,
pesado, como una resaca,
de no saber cuándo te volveré a ver.
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mundial, y su tratamiento ha evolucionado significativamente en las últimas
décadas. ...
Hace 1 día
7 comentarios:
Muy bonito Bomarzo, hoy mis sentidos se quedaron esperando en esa estación, `por lo que no puedo decirte nada más. Tocas la fibra con tus versos.
Besillos
Ya me contarás...
No se sabe cuándo, pero al final volverá. Me encantó esa metáfora de las botas del corazón.
Tú no te hundes en el barro.
todo un éxito, amigo, una acertada apuesta los cuaversos. estación, reloj, partida, un trípode sobre el que construyes un bello poema. saludos Bomarzo.
Gregorio, no sé yo.
Antonio, me gustan tus metáforas...
Las estaciones de tren...cuántos adioses en ellas...Vagones y olas...me gustó, mi imaginación voló hasta llegar a oir crujir los vagones de tren como olas...
Fiel siempre a los cuaversos, quién lo hubiera dicho !casi treinta semanas!!
Saludos, desde tu Sur.
Cuántas vidas marca el tren. Un poema muy bonito y sentido.
Claro
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