Por el entorno. La Plaza de la Marina Española, lugar en el que se encuentra está en un entorno precioso de un Madrid que desconocía, cercano a la zona del Palacio Real, pero escondido en un entramado de calles del Madrid de Larra o Galdós, de cafés y pensiones, grandes levitas y mostachos rizados.
Por su interior. Gran palacio, pero en nada –o en poco- rancio y obsoleto. Y con un granadino en su interior. El senador accitano Enrique Casas, asesinado por ETA en San Sebastián (os imploro que perdáis 10 minutos de vuestra vida en ver el trabajo realizado por Barrera y “el Pérez” sobre este hombre y que está enlazado). Su busto y nombre recibieron a los comparecientes y a este provinciano jardinero incapacitado para salir de su emoción y lanzando ensoñaciones en las que se veía ocupando uno de esos escaños como representante de los suyos…
Por sus ocupantes. Junto a Iñaki Anasagasti –con quien comparto poco, la verdad- y cuya calva es tan cierta como hoy es hoy, pasé más de una hora de un día inolvidable. A su lado, la que fuera ministra socialista Matilde Fernández y muchos otros que no gozan de la fama, pero que sí merecen el respeto que desprende su trabajo. Al final o vi a ninguno de mis paisanos… Otra vez será.
Un saludo desde mi jardín.
El resto de las fotos en www.flickr.com/eljardinerodebomarzo
5 comentarios:
Bueno, cada uno se emociona y divierte con sus cosas ^_^ guachis las fotos.
Besillos.
jo, borma, me has emocionado, de veras. un abrazo
Yo sólo he tenido oportunidad de visitar el Parlamento Andaluz y hasta de sentarme un ratejo en un escaño... es una experiencia única para los amantes de la política, la actualidad, no sé si me explico. Envidia sana, compañero.
Un abrazo
¡Qué bien te está sentando Madrid! ¿Cuámtas cosas te estás metiendo en la mente! Me alegro por ti, compañero.
Un abrazo,
Rigoletto
Nefer, ya sabes lo raro que es uno.
Antonio, emociona de veras.
Alberto, es una gran experiencia.
Gracias Rigo.
Publicar un comentario